Si bien las prestaciones del 2,0 T de 247 CV y 350 Nm son destacables (0 a 100 en 6,5 seg.), las sensaciones que transmite no están asociadas primariamente a la deportividad. Una dirección de tacto algo desmultiplicado y un sonido de motor muy sutil no están pensados para generar adrenalina. Y, a pesar de tener tracción integral permanente, no está pensado para el offroad. En síntesis, es un vehículo que inspira al conductor a manejar tranquilo.