El Koleos es un vehículo que se renovó casi por completo (hasta incluso cambiando de segmento por su crecimiento en tamaño), pero lo que no varió respecto del modelo anterior es su motor, que es el punto más flojo que tiene el vehículo. Esto no significa que sea malo, simplemente que el conocido cuatro cilindros de 2,5 l atmosférico (170 CV y 233 Nm) de origen Nissan (que acompaña al producto desde el 2008) ha quedado en desventaja respecto de las motorizaciones más modernas y eficientes que propone la competencia. El comportamiento dinámico del auto es más bien suave y progresivo (típico de las cajas CVT) y, aunque se comporta bien en curvas, no transmite casi emoción alguna. Sí levanta bastante el perfil cuando sale del asfalto, donde saca a relucir su excelente sistema de doble tracción de origen Nissan. Y, si bien no se trata de un vehículo orientado al offroad más “duro”, se defiende muy bien con las herramientas de las que dispone.