Como buen auto de estirpe japonés el Fit es simple, bien construido, transmite durabilidad y un dejo de austeridad nipona. Es cierto que hay faltantes de equipamiento que le bajan la nota (luces/limpiaparabrisas automáticos, sistema keyless, espejo electrocrómico, techo solar…), pero las suspensiones muy equilibradas, la deliciosa dirección y la suavidad de la CVT hacen que el viaje resulte placentero. La insonorización es correcta.