¿Qué es? Otro buque insignia, de otra novel marca premium, en este caso coreana y perteneciente al Grupo Hyundai.
Target: Por tamaño, prestaciones y lujo instalado, el G90 le apunta directamente al nicho de las limusinas más sofisticadas del mundo como el Mercedes Clase E, el BMW Serie 7 o el Lexus LS.
¿Qué hay de nuevo? La distancia entre ejes aumentó a 3,54 m, con un largo total de 5,95 m (un RR Phantom mide 6,09 m). Atrás hay dos butacas ejecutivas con 18 regulaciones eléctricas, ventiladas o calefaccionadas y con masajeador. El motor es un tradicional V8 atmosférico de 5,0 l y 425 CV & 520 Nm. La tracción es integral y la suspensión es neumática adaptativa.
Primera impresión: Elegante, imponente y muy creíble como vehículo de súper lujo. Es loable que los coreanos no se achiquen y se metan en un terreno de altísima exigencia. Todo bien por el lado del diseño, salvo por esa enorme parrilla banal y poco inspirada, que no está a la altura del resto de la finísima propuesta.
¿Llegará a la Argentina? No.