¿Qué es? El reemplazante del actual C3 Aircross, pasando del formato MPV (monovolumen) al de SUV.

¿A qué apunta? A darle presencia a Citroën en el segmento “de moda” del mercado mundial actual, manteniendo el espíritu fresco y juguetón con el que la marca viene tratando de diferenciarse de sus rivales. Sus rivales más directos (en su país de origen) son el Renault Captur y el Peugeot 2008.

¿Qué hay de nuevo? Para empezar, un formato totalmente distinto al del modelo al que reemplaza, ya que el C3 Aircross abraza una silueta SUV, con una carrocería levantada, volúmenes bien diferenciados y muchos elementos cosméticos del “género”, como protectores en los pasarruedas y barras en el techo. A nivel diseño se mantuvo bastante fiel con lo propuesto por su versión concept y luce decidido, bien plantado y –fundamental para la marca– bastante diferente a sus rivales, ya que no apela a la carta de la deportividad o la agresividad, sino a un carácter más fresco, amigable y funcional. Por eso está lleno de redondeces y atractivos detalles de color, que serán ampliamente personalizables. Llama la atención, eso sí, la ausencia de los ya característicos airbumps laterales, que fueron reemplazados por una superficie abultada, mucho más convencional. Por dentro, Citroën también hace la diferencia con ese estilo súper simple y juguetón que patentó el C4 cactus y lo acerca a esa tradición funcionalista e innovadora tan típica de la marca en sus buenos viejos tiempos. Los detalles de practicidad abundan, las opciones de personalización (exterior e interior) también, trae muchas funciones de asistencia a la conducción y conectividad full. Por el lado mecánico, cuenta con el sistema “Grip Control” del grupo PSA y propone motores nafteros y gasoleros que van de los 82 a los 131 CV.

Veredicto Miura: pulgares para arriba para una marca que sigue luchando por hacer cosas distintas. El C3 Aircross luce original en un segmento en el que destacar es muy difícil por la aguerrida competencia. Se extrañan los airbumps y algo raro pasó en el pronunciado “mentón” del auto, que tiene un diseño que desentona con el resto de las formas blandas y amigables. Practicidad y conectividad parecen garantizadas para este vehículo que apunta directo a los compradores millennials que buscan algo más “personal”. Veremos si responden.

¿Llegará a la Argentina?  No en el futuro inmediato, aunque poco a poco la marca en la Argentina está tratando de acoplarse a su propuesta europea. Tal vez muy avanzado el 2018…