¿Qué es? El nuevo sedán de tamaño completo de Toyota para el mercado estadounidense. 

Target: Resistir al incontenible embate de los SUV, que cada vez le roban más mercado a los clásicos sedanes grandes “americanos”. 

¿Qué hay de nuevo? Se renovó completamente y ahora comparte la plataforma modular TNGA y otros elementos con el Camry. El CX es realmente bajo y pasó de 0,28 a 0,27. El esquema de suspensiones es más elaborado y cuenta con suspensión adaptativa electrónica. El V6 de 3,5 l eroga menos potencia que en el Camry (271 CV) y además ofrece una versión híbrida no enchufable con un motor de 4 cilindros y 2,5 l asociado a dos motores-generadores. También se le prestó especial atención a la terminación interior y a lograr una mejor insonorización.

Primera impresión: Sin dudas imponente y mucho más expresivo que la generación anterior, en línea con lo que viene proponiendo Toyota últimamente. Se les fue la mano con la parrilla, que ocupa toda (toda) la trompa y parece más bien una barredora de nieve incorporada.

¿Llegará a la Argentina? No.