El motor del C4 Cactus es sencillamente excepcional. Se trata de un moderno impulsor (PureTech) de tres cilindros, turbo, inyección directa y tan solo 1,2 l de cilindrada. Sorprende principalmente por el gran torque de 205 Nm, que es entregado a tan solo 1.500 RPM. Eso se traduce en un manejo sumamente ágil y divertido –especialmente en la ciudad–, acompañado por un ruido muy particular pero agradable que viene del motor. La caja automática es la Aisin japonesa con convertidor de par de seis relaciones, accionamiento impulsional desde la selectora y un comportamiento más que aceptable para las pretensiones dinámicas del modelo. Las relaciones de caja son más largas que lo convencional, fruto de las líneas de potencia y torque que ofrece este motor tan particular. Tiene dos modos de conducción: uno sport que mantiene envueltado al tricilíndrico (esto se siente pero no se ve, ya que curiosamente no cuenta con tacómetro) y otro para condiciones de clima adverso que cambia las marchas a un régimen bajo; este también puede usarse en ciudad para intentar bajar aún más las excelentes cifras de consumo de este vehículo, que pesa 1.050 kg. Necesita solo 6 litros para recorrer 100 km en promedio, una cifra excelente que también se consigue gracias al sistema Start&Stop, que es desconectable. Un detalle: si se usa el modo de conducción de clima adverso, el C4 Cactus suele arrancar casi siempre en tercera marcha –algunas veces en segunda– para priorizar la adherencia, algo que consigue con cierta holgura por su elevado torque, pero generando algunas vibraciones adicionales. Otras curiosidades son que en el modo Drive –automático– muestra en qué marcha va el vehículo, y que el sistema Start&Stop funciona aun cuando se pasa la selectora a neutro (N), algo útil en los semáforos largos ya que no obliga a tener el pie en el freno; cuando se mueve la palanca a D, arranca. En cuanto a las suspensiones, son muy blandas y apuntan de lleno al confort, permitiendo balanceos de la carrocería un tanto excesivos, aunque supervisados por el ESP. Esto va en línea con el espíritu familiar y relajado que tiene el vehículo, que claramente no está pensado para un manejo audaz ni para sortear terrenos complicados, ya que la tracción es únicamente delantera. Los frenos son a disco en ambos ejes y tienen un comportamiento correcto, con un pedal de buen tacto. Volviendo al tema del motor, tiene 110 CV que pueden sonar a poco, pero por el gran torque y el bajo peso son más que suficientes para asegurar un manejo divertido y alegre, algo que sin dudas distingue a este modelo.
Consejo: Si valorás el manejo ágil y dinámico, especialmente a bajos regímenes de vuelta, el C4 Cactus te va a encantar. El gran torque de su motor asegura un manejo divertido y unas cifras de prestaciones que, si bien no deslumbran, cumplen con creces. Es cierto que hay opciones con motorizaciones más potentes, pero ninguna puede combinar agilidad con los 6 l/100 km de consumo que ostenta el Cactus.