Rep. Checa

Rep. Checa

Un equipo limitado técnicamente y de pocos jugadores, pero que intentará aprovechar la influencia alemana de sus orígenes.

VAMOS DE PASEO. Para este equipo llegar al Mundial es un sueño cumplido. Lo voy a decir antes de que ruede la pelota: nosotros ya somos campeones. Clasificamos por la ventana, con un gol en posición adelantada y en el cuarto minuto de descuento del último partido de las eliminatorias, pero acá estamos. Todo lo que venga de ahora es más será ganar.

Éste no es un plantel de estrellas. Somos un equipo limitado técnicamente y de pocos jugadores (sólo catorce autos se producen aquí), pero intentaré aprovechar la influencia alemana que tienen varios de mis jugadores. Škoda es de Volkswagen hace casi treinta años y, como todos saben, los teutones saben muy bien de qué se trata este deporte. Espero que del ´91 hasta acá hayan aprendido algo.

Un punto fuerte de este equipo es que seis de los once autos juegan para la misma marca, la histórica checa y una de las más antiguas del mundo. Y cuatro de ellos componen la mitad de la cancha, para mí el sector en el que se definen los partidos. Mis jugadores se conocen, son amigos. Y detrás de todo buen equipo hay un vestuario en paz.

La predominancia de los Škoda arranca en el arco con el Kodiaq, un SUV de 4,7 metros de largo que cubre bien los huecos y sale a cortar todo lo que viene por arriba, aunque sin tanta agilidad. Los centrales son Tucson, un torito que raspa y sabe salir prolijo de abajo; y Karoq, un player tan clave que los argentinos ya confirmaron que tendrán un jugador como él para el Mundial que viene. A los laterales (C1 y 301) les falta presencia, pero son escurridizos para escaparse de sus marcas cuando cruzan la mitad de cancha.

El medio es lo más made in Checa que encontré. Entre los cuatro volantes suman casi cien años de rodaje, siempre en su propia tierra. No sobra la velocidad, la gambeta ni la sorpresa para atacar, pero nunca los encontrarán mal parados. La experiencia alrededor del círculo central podría ser nuestro plus. Y arriba prendemos velas para que al i30 le llegue alguna pelota limpia, habilite al R1 y este juguetito de track days encare derecho hacia el arco en velocidad.

Fue difícil el último recorte de la lista. Quedaron afuera el Toyota Aygo y Škoda Citigo, dos bajitos capaces de reemplazar muy bien a los laterales 108 y C1. Nunca creí ponerme el casete de los DT´s, pero esta vez es cierto: los suplentes son iguales o mejores que los titulares. Tendrán su chance en otro momento. También lo mira por televisión el Hyundai ix20, un volante central liviano, pero funcional. Le jugó en contra su pasaporte: preferí mantener los cuatro volantes de origen checo y sin nacionalizados. Que la historia me juzgue.

Cuento por último una intimidad: les dije a mis jugadores que tengan el celular siempre a mano. Tal vez tienen suerte y en algún momento ligan selfies con las súper estrellas de Ferrari, Porsche y Lamborghini. Ah, y llevamos juegos extras de camisetas para intercambiar. Allá vamos, Rusia.

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