¿Qué es? Una SUV para el Segmento C (compacto), que es como el primo hermano del Peugeot 3008 y primer el Opel/Vauxhall nacido luego de la compra de ambas marcas por parte de PSA.
Target: Ampliar la gama de Opel en este concurridísimo segmento, un espacio en el que ninguna marca generalista se puede permitir no estar.
¿Qué hay de nuevo? Su aspecto exterior y el diseño interior son más convencionales que los del 3008 (su “primo”), como así también los materiales empleados que resultan menos sofisticados. Hay motores diésel (120 a 177 CV) y nafta (131 CV) en oferta; la tracción es solo delantera, pero cuenta con el ya conocido sistema en PSA denominado “Grip Control”. Adentro se destaca el techo panorámico, un espacio razonable en las plazas traseras y un baúl grande. Y tecnológicamente sobresale el control de velocidad crucero adaptativo y frenado autónomo, con detección de peatones.
Primera impresión: Opel jugó mucho más seguro con el estilo, y el auto resultante es mucho menos atractivo que el 3008. Comparado con su primo francés, el interior parece de la década de 1990.
¿Llegará a la Argentina? Hay algunas promesas del retorno de la marca para el 2022, pero sin dudas todavía es bastante incierto.