¿Qué es? La versión orientada a la pista más “pura” (motor aspirado, caja manual, máximo ahorro de peso) del inmortal 911.

Target: Mantener la mística “pistera” del 911 y no permitir que los (adinerados) aficionados a los track days se vayan a opciones como el Audi R8 RWS o el McLaren Senna, entre otros nuevos contendientes.

¿Qué hay de nuevo? A diferencia de otros 911, este modelo tiene un motor atmosférico. Los 4,0 l le permiten erogar 520 CV y está asociado a una caja PDK de 7 marchas. Acelera de 0 a 100 km/h en 3,2 segundos y alcanza 312 km/h. El chasis tiene una puesta a punto que permite una mejor comunicación entre el conductor y el camino, e incluye ajustes a la dirección de las ruedas traseras y la suspensión. Se buscó reducir el peso, que asciende a 1.505 kg. Y se puede pedir con jaula antivuelco de fábrica para disfrutar de los autódromos con mayor seguridad.

Primera impresión: No hay mucho para decir de este nuevo monstruo, más allá de que tiene todo lo bueno de la última generación del 911 y suma aditamentos –gran alerón, calcos, detalles de carbono– que harán las delicias de los aficionados más “pisteros”.

¿Llegará a la Argentina? Poco probable.