¿Qué es? La última versión del ya clásico “coupé de 4 puertas” de tamaño completo de Mercedes. 

Target: Mantener el aura de radicalidad en el lineup de la marca y a la vez introducir el nuevo lenguaje estilístico, mucho más “limpio”. 

¿Qué hay de nuevo? Esta tercera generación es la primera que ofrece cinco plazas (las anteriores solo tenían cuatro). Viene con motores diésel y nafteros de entre 286 y 367 CV. El más potente tiene un sistema eléctrico de 48 V que no solo alimenta diversos sistemas auxiliares sino que además entrega 22 CV y 250 Nm extras en momentos puntuales. Mercedes-Benz denomina a este sistema “EQ Boost” y conceptualmente es similar al observado en otros vehículos alemanes de vanguardia. Tiene una opción de suspensión que permite controlar los amortiguadores electrónicamente y otra que cuenta con muelles neumáticos. En el interior los cambios de diseño son mucho más radicales que en el exterior, incluyendo dos pantallas digitales contiguas que ofician de tablero de instrumentos y centro multimedia.

Primera impresión: A primera vista luce muy bien: atlético, elegante e imponente. De todas maneras, las superficies tan despojadas le hicieron perder algo de la saludable tensión de las versiones previas. Como que quedó un poco “blando”.

¿Llegará a la Argentina? Lo más probable es que así sea.