¿Qué es? La primera gran actualización del famoso G-Wagen desde su lanzamiento en 1979. Mucha tecnología debajo de una carrocería apenas modernizada. 

Target: Seguir alimentando el mito, apuntando a compradores muy (muy) pudientes. Desaparecido el LR Defender, es uno de los pocos bastiones del formato 4×4 clásico. 

¿Qué hay de nuevo? La suspensión delantera es ahora independiente, de doble horquilla (antes era de eje rígido). La trasera sigue siendo de eje rígido con una barra Panhard, que sujeta lateralmente la carrocería. Los componentes de la suspensión delantera están anclados directamente al chasis, no por medio de un subchasis, como es lo común en los vehículos modernos. Conserva los elementos que tradicionalmente han definido a un vehículo todoterreno y que ya estaban presentes en el Clase G anterior, como un chasis de largueros y travesaños, tres diferenciales bloqueables y reductora. Las líneas de diseño de la carrocería recuerdan claramente a las del modelo anterior y conserva “elementos icónicos” como los tiradores de las puertas, las bisagras de estas a la vista, la rueda de auxilio colgada del portón trasero y las prominentes luces de giro. Mercedes-Benz también dice que conserva de los anteriores Clase G el característico sonido de las puertas al cerrar. Tiene un motor V8 de gasolina, con 4,0 litros de cilindrada y dos turbocompresores. Produce 421 CV de potencia máxima. La caja de cambios es automática de nueve relaciones de convertidor de par y lleva integrada la caja de transferencia, que transmite el 40 % de la fuerza del motor a las ruedas delanteras y el 60 % a las traseras.

Primera impresión: Es una especie de dinosaurio dentro del ecosistema de los autos. Pero como al tiranosaurio de Jurassic Park, le amamos.

¿Llegará a la Argentina? Seguramente.