¿Qué es? La tercera generación del auto compacto de M-B con tracción delantera. 

Target: Consolidar el espacio que la segunda generación se ganó en el terreno de los hatchbacks medianos, agregando un poco más de sofisticación. 

¿Qué hay de nuevo? Mejora a la anterior generación en multitud de aspectos, como en confort de suspensión, en aislamiento acústico y en el número de asistencias a la conducción disponibles. Además, sigue siendo un vehículo ágil y eficaz en curva. Dependiendo de la versión la suspensión trasera puede tener eje de torsión o paralelogramo deformable –en las versiones más sofisticadas–. También dispone de dureza variable para la suspensión –en algunas versiones– y opciones 4Matic (tracción integral). La calidad de los materiales en el interior promete ser superior y el baúl creció 29 litros hasta alcanzar los 370 litros de capacidad total. Uno de los detalles más notables de su interior es la presencia de dos pantallas contiguas que ofician de tablero de instrumentos y de central multimedia; hay varias opciones de tamaño. Por último, Mercedes-Benz por fin se ha adaptado a los tiempos que corren e hizo que la pantalla multimedia sea táctil, algo que siempre le reclamamos a la marca.

Primera impresión: Mercedes cumplió con su promesa de implementar un estilo más simple y “puro” en sus nuevos autos. Pierde esa cuota transgresora del anterior Clase A, pero sin dudas gana en elegancia y calidad visual percibida.

¿Llegará a la Argentina? Sí.