¿Qué es? Otro auto 100% orientado al uso en pista (pero street legal), que pretende ser el McLaren más rápido y capaz de la historia como homenaje al gran Ayrton.
Target: Se encuadra en la Ultimate Series, destinada a gente que tenga 800 k euros con ganas de usarlo solo en circuitos.
¿Qué hay de nuevo? Motor central de 800 CV, tracción trasera y chasis hecho de fibra de carbono. Producción de 500 unidades. Su objetivo: la pista. De casualidad, homologado para la calle. El impulsor es un V8 de 4,0 l biturbo, y su toma de aire está en el techo. La transmisión es de siete marchas, con doble embrague. Posee aerodinámica activa, gracias a la presencia de un alerón móvil sobre el capot trasero (incluso ayuda en las frenadas). La suspensión se regula en altura y dureza. Los frenos son cerámicos. El interior es sencillo –aunque cuenta con una pantalla multimedia vertical bastante generosa– y está pensado para minimizar el peso del auto. No hacen falta chiches superfluos, en este coche el único objetivo es correr. Y muy fuerte.
Primera impresión: Está totalmente diseñado para garantizar la máxima eficiencia aerodinámica, y en ese sentido resulta tan honesto en sus formas como dificultosamente atractivo a la vista. Un auto radical y provocador, sin dudas.
¿Llegará a la Argentina? No.