¿Qué es? La segunda generación del hatchback compacto de Mazda.

Target: Por un lado, seguir siendo competitivo en un segmento que está en franco declive, canibalizado por los SUV. Por otro, mantener ese glamour de ser el más lindo (y premium) entre los productos generalistas.

¿Qué hay de nuevo? Todo, ya que no se trató solo de una actualización. Las sensaciones al volante y el cuidado del interior son dos aspectos en los que se destaca. Lo más novedoso está debajo del capot, ya que los motores nafteros pueden funcionar mediante encendido por compresión o por chispa dependiendo el régimen de giro y carga, gracias a la tecnología desarrollada por Mazda denominada Skyactiv-X. Esto permite elevar la relación de compresión y aumentar la eficiencia del motor.

Primera impresión: Fabuloso. Mazda sigue depurando un estilo dinámico y refinado que juega fundamentalmente con los reflejos de la luz. En un mercado en el que es cada vez más difícil destacar, Mazda lo hace a lo grande a puro «diseño italiano».

¿Llegará a la Argentina? No.