LOS 10 AUTOS DE MARÍA FREYTES

LOS 10 AUTOS DE MARÍA FREYTES

Multitasking. Es una palabra que le calza perfecta a María Freytes –que es conductora de TV, productora y periodista, además de bloguera y escritora–, aunque ella prefiere definirse como “comunicadora”. Estudió en el famoso Colegio Northlands, se recibió de Analista de Sistemas y tiene un posgrado en Economía. Pero su espíritu inquieto la llevó al mundo de la TV, y así pasó por América TV (RSM, Intratables), Canal 13 (Desayuno Americano), LN+ (Bloody Mary, Cultura del Ocio) y Fox Sports. Este año comenzó un nuevo ciclo en el canal A24 conduciendo el programa Destacados TV. / R.T.

ES conductora, periodista y productora. actualmente conduce el programa Destacados TV en el canal A24.
Nació en Buenos Aires, en 1973
Es analista de sistemas (CAECE) y tiene un Máster en Ciencias Políticas y Economía (ESEADE). También estudió teatro con Miguel Guerberof y Carlos Gandolfo. Está casada y tiene 3 hijos

Sus 10 autos

  • 1

    Mitsubishi Montero ‘90

    La verdad es que no recuerdo demasiado bien cómo aprendí a manejar, pero creo que fue a los 16 o 17 con Javier, mi primer novio “importante”. Javier estudiaba afuera y cada vez que venía a la Argentina andaba con los autos de sus viejos, que eran siempre importados. De la que más me acuerdo es de una camioneta 4x4 de las grandes, que estoy casi segura de que era una Mitsubishi Montero. La verdad es que Javier se la jugaba bastante dándome esa nave para que yo aprenda a manejar. Y me tenía una paciencia... (risas).

  • 2

    Renault 11

    Era de mi amiga María, que demás de tocaya era como una hermana. Me hizo mucho tiempo de “Uber” y también me enseñó a manejar bien con ese Renault 11, que en aquél momento era furor. No era un auto ostentoso ni mucho menos, pero sí era muy banana. El Renault 11 fue el coche de nuestras tropelías en la juventud: siempre con Shakira a fondo y a parrandear.

  • 3

    Fiat Palio

    Fue el primer auto que tuve. Era de una media hermana mía que me dijo “te vendo mi auto”; vi la oportunidad y no me importó que ni siquiera tuviese aire acondicionado. En esa época yo tendría unos 20 y todo pasaba por la independencia. Se lo compré con un préstamo de mi viejo, de esos que a los 3 o 4 años se convirtieron un “sí papá, te juro que te lo devolví” (risas). Al final se lo terminé vendiendo a otra amiga que estaba en la misma que yo cuando lo compré.

  • 4

    Honda FIT

    Fue el primer auto que “sentí” realmente mío. Y lo loco es que no fue para nada amor a primera vista. De hecho cuando lo vi por primera vez dije “¡qué auto feo!”. Pero después poco a poco me fui copando: no consumía nada, tenía un baúl enorme, casi nunca una visita al taller. Pasarme a lo japonés fue como un viaje de ida: son autos que nunca te van a dejar a pata.

  • 5

    Honda HR-V

    Es mi auto actual. Después del Fit, estaba segura de que quería algo japonés, por la funcionalidad y la confiabilidad; pero también quería que fuese un poco más canchero. Y también quería que fuese un poco más alto, sin que llegara ser un camión. Así que la HR-V me pareció ideal. Tiene un baúl grande donde cargo macetas, sillas y todo tipo de cosas que por alguna razón siempre estoy transportando de acá para allá. Y atrás tiene espacio para que viajen cómodos mis tres hijos.

  • 6

    Mazda 929

    Mi suegro tuvo uno durante un tiempo y me lo terminó prestando en uno de esos períodos en los que yo estuve entre un auto y otro. Era enorme, eterno, un verdadero barco. No es un auto que yo hubiese tenido, pero me encantaba que fuera tan “especial”. Me parecía que era un auto con personalidad.

  • 7

    Toyota Corolla

    Me gusta. Me parece que es un fierro, que no se rompe nunca y que es cero pretensioso. Si me pongo en plan “utilidad al palo” creo que tendría uno. Pero bueno, es un auto como que un poco te cancela los sueños, ¿no? (risas).

  • 8

    Land Rover Defender

    Si de sueños se trata creo que iría por este lado. Me encantan estos autos despojados, honestos y que a la vez son un símbolo de libertad para poder ir a donde quieras. A veces pienso que necesito un coche así, rústico, con el que te puedas meter en cualquier lado, onda National Geographic. Creo que en este momento me veo reflejada en ese tipo de autos porque estoy en una etapa muy exploratoria de la vida.

  • 9

    Volkswagen Combi

    Siempre soñé con tener una casa rodante, y de hecho una vez alquilé una para unas vacaciones. Me gusta esa cosa un poco hippie y exploradora del motorhome. Debe ser por eso que también me gusta mucho la típica camionetita “pan lactal” de Volkswagen.

  • 10

    BMW Serie 3 (E30)

    No me gusta la ostentación. Creo que aunque pudiese tener un auto de lujo no lo tendría. Pero sí me gustaría algo que exprese un poco más lo que me pasa en este momento. Tipo esos autos viejos con mucha personalidad. Me gusta el MG, pero todo el mundo me dice “para todos los días es un clavo”. Así que podría ser algo no tan viejo, como de los ’80 o ’90 y un poco más discreto. El que me parece que va es el BMW Serie 3 de los ‘80, el que no es tan cuadrado [N. del E.: se refiere a la versión E30]. Sí, creo que ese sería mi auto ideal. Con personalidad pero sin ser tan llamativo. Voy a empezar a mirar si hay alguno que esté bueno a la venta.

PELÍCULA DE AUTOS

Thelma & Louise (1991)

CANCIÓN RUTERA

Canopée (Polo & Pan, 2016)

MARCA DE AUTOS

Honda

PAÍS DE AUTOS

Inglaterra

PRIORIDADES DE UN AUTO

1. Diseño/onda
2. Usabilidad/practicidad
3. Bolsillo
4. Seguridad
5. Calidad/confort
6. Conectividad
7. Status/marca
8. Performance/diversión

“Yo al auto lo uso como una especie de casa rodante. No puedo parar de cargarle cosas. Tengo un mundo dentro del auto. No me gusta compartirlo y menos que alguien me diga ‘ordenalo’. Es parte de mi mundo privado: te lo presento, pero cualquier comentario, dejarlo de la puerta para afuera.”

“No me gusta la ostentación. Creo que aunque pudiese tener un auto de lujo no lo tendría. Una vez me prestaron una coupé Mercedes-benz, no recuerdo el modelo pero era roja. espectacular. pero me sentía como que tenía que darle explicaciones a todo el mundo. ¿Qué hago acá con este auto si no soy un gato?” (risas)

“Mi hijo más chico muere por los autos y quiere que su padre –que es muy austero y tiene un Volkswagen Vento– se compre un Lamborghini Veneno o algo así. Se deslumbra fácil ahora con los autos estrambóticos, pero yo le voy a enseñar a que refine su gusto hacia los más clásicos.”

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