¿Qué es? El reemplazo del MKC, que comparte plataforma y componentes con el Ford Escape.

Target: Casi exclusivo para el mercado estadounidense, donde por tamaño se ubica en el medio de los segmentos SUV C y D. O sea que podría competir tanto con el Audi Q3 como con el Q5 (o BMW X3 y X5). Pero su rival más directo parece ser el Cadillac XT4.

¿Qué hay de nuevo? Una imagen más refinada que busca proponer una opción competitiva contra los rivales alemanes. La sofisticación también llegó al interior, dotado de pantallas digitales (incluso para el instrumental), sonido de audio premium con 14 parlantes, asientos calefaccionados (también los traseros), un baúl con 781 l y portón eléctrico, entre muchos otros elementos. Motores EcoBoost de 2,0 y 2,3 l con 250 y 280 CV, tracción simple e integral respectivamente, siempre con caja automática de 8 marchas. Y, por supuesto, todas las ayudas a la conducción imaginables y esperables.

Primera impresión: Muy (muy) mejorado con respecto al olvidable MKC. Pinta bastante competitivo, al menos en su aspecto exterior y en lo que se percibe del interior. Si todo va bien debería convertirse en el best seller del Lincoln.

¿Llegará a la Argentina? No.