LAS 10 MOTOS DE CHICHE CALDARELLA

LAS 10 MOTOS DE CHICHE CALDARELLA

Se llama Benedicto, todo el mundo lo conoce como “Chiche”y es la leyenda viviente del motociclismo argentino. De hecho es nuestro último ganador de una carrera puntuable en la máxima categoría del motociclismo mundial. Eso fue allá por 1962, hace más de 56 años… Era la época en la que se medía mano a mano con el gran Mike Hailwood, el piloto inglés que era una especie de Jim Clark de la época, o un Valentino Rossi en la nuestra, para ser más precisos. Hoy, a los 68, Chiche sigue siendo andando en moto mejor que nadie, y se ha convertido en un tester profesional para el diario Clarín.

es ex piloto profesional de motociclismo y hoy es tester para el suplemento de Motos del diario clarín
Nació en florida, provincia de buenos aires., en 1940
está casado y tiene dos hijos. fue el primer piloto argentino que ganó una carrera en el campeonato mundial de motociclismo.

Sus motos

  • 1

    PUCH 250

    El hecho de subirme por primera vez a una moto fue que mi Padre me llevaba arriba del tanque. Y la “primera vez” fue con una Puch 250, una moto alemana de dos tiempos, amarilla, que era de un cliente de él (bah, más que cliente, un amigo). Primero me decía “agarrá el manubrio en la parte del medio” y así salíamos a andar. Hasta que un día me dijo “empuñá el acelerador con la derecha y apretá el embrague con la izquierda”. Él ponía el cambio porque yo por supuesto no llegaba a los pedales. Nunca me voy a olvidar la sensación de soltar el embrague (con su ayuda, claro), mover el acelerador y que la moto se ponga en movimiento. Además, lo estaba “llevando a mi Padre atrás”, me sentía Gardel (risas). Tenía 9 años y… ¡ahí empezó todo!

  • 2

    ALPINO 50

    Los fines de semana venían a mi casa algunos corredores amigos de mi Padre, y dejaban las motos en el garaje. Había un corredor que le había puesto rodado chico a una Alpino 50, y a esa moto me podía subir y llegar a los pedales, porque quedaba bajita. Mi papá me sentó, me dio un empujón para arrancar y, como vio que me las arreglaba muy bien me dijo: “bueno, te la puedo dejar para que la ablandes”. Así que me dejó la mezcla preparada y cuando volvía del colegio la llevaba caminando unas cuadras hasta la Panamericana (que se estaba construyendo) y la manejaba en un tramo de más o menos 1000 metros que estaba totalmente despejado. Ahí aprendí –a los 11 años– la posición de manejo, que me sirve para manejar motos de carrera hasta el día de hoy.

  • 3

    PUMA 1RA SERIE

    Para esa época habilitaron carreras de menores en la categoría Puma Primera Serie. Así que mi Papá me anotó y no tuvo otro remedio que comprarme una Pumita 0 km. Esta fue, entonces, mi primera moto “propia”.

  • 4

    GILERA 150

    La verdad es que motos en mi casa nunca faltaron, y en esa época mi Padre tenía una agencia Gilera, así que siempre motos para probar había. Pero la primera que me compré fue una Gilera 150, a los 18.

  • 5

    GILERA 500 SATURNO

    Para esa época (1958) mi Padre dejó de correr, entonces la moto que él usaba quedó parada. Un día un amigo de mi Padre le dice: “¿no lo podemos probar a Chiche arriba de la Saturno?”. Yo para esa época ya le calentaba la moto a mi Padre en los boxes, antes de las carreras, así que la moto la conocía bastante. Cuestión es que mi Padre dijo que sí, y fuimos al autódromo. Automáticamente “heredé” buzo y casco y con eso di varias vueltas a la pista. Anduve también que al poco tiempo me anotó en una carrera. La primera fue muy emocionante porque había muchos pilotos que habían corrido con él. Al final rompí una válvula y no pude terminar, y pensé que mi Padre me iba a querer matar… pero no, cuando llegué al boxes era todo algarabía, y él estaba contento como nunca lo había visto antes. Ah, la segunda carrera que corrí, la gané (risas).

  • 6

    DUCATI PANIGALE

    Me gustan mucho las motos italianas, sobre todo por el diseño. Ducati y MV Agusta son dos marcas que hacen productos buenísimos, pero si tengo que elegir una, me quedo con la Panigale. Pasa que a mí a veces me gusta andar ligero (risas).

  • 7

    GILERA 4 CILINDROS MOTO GP ‘57

    Con esa moto gané cuatro grandes premios en Europa en 1964, a pesar de que era una moto que daba casi seis años de ventaja. Hasta llegué a pelear la punta con Mike Hailwood, que era el campeón mundial indiscutible de la categoría por aquellos años. Ese año me di el gusto de dejar el récord de vuelta en Monza a 196 km/h de media. Si pudiese la tendría en mi living a esa moto.

  • 8

    KAWASAKI SX100 NINJA

    No hay una moto que puedas usar tanto en la pista como en la ruta, o en la ciudad o en caminos de tierra. Hay una moto para cada cosa. A mí lo que más me gusta es el asfalto y mi pasión es cuando llega la curva, acostar la moto, usar la frenada… Por eso cualquier moto de las denominadas “de turismo” me viene bien. La que más disfruté últimamente fue una Kawasaki SX100 Ninja, semicarenada, con parabrisas regulable para darle mayor o menor penetración o confort. Me sirvió mucho para viajar, y también la usé en la pista, pero ahí no era la moto ideal.

  • 9

    HONDA XRE 300

    Si tengo que pensar en una moto útil y práctica hoy, me quedo con la Honda XRE 300. Es una muy buena moto en el segmento de 300 a 500 cc, que es el que más se utiliza actualmente, porque se puede usar en la ciudad o para hacer un viaje no tan largo.

  • 10

    KAWASAKI ZX 10-RR SUPERBIKE

    Pero bueno, a mí las motos que me apasionan son las de carrera. Justo ahora están por correr una fecha del Campeonato Mundial de Superbike en San Juan... así que si pudiese traerme para mi casa la Kawasaki que usa el campeón (Jonathan Rea) me pondría muy-muy contento (risas).

PELÍCULA DE MOTOS

TOP GUn (1986)

CANCIÓN RUTERA

MARCA DE MOTOS

Gillera

PAÍS DE AUTOS

Italia

PRIORIDADES DE UNA MOTO

1. Performance/Diversión
2. Seguridad
3. Calidad/Confort
4. Diseño/Onda
5. Practicidad
6. Conectividad
7. Bolsillo
8. Status/Marca

Mi padre era piloto de carreras, así que las motos están en mi vida prácticamente desde que nací. me subí a una moto por primera vez a los 9 (arriba del tanque, con mi padre) y a los 11 ya manejaba solo.

Todas las motos tienen algo distinto. Y ese “distinto” hay que encontrarlo. Yo pienso siempre en el ingeniero que la diseñó, o en el diseñador. O sea: para qué está pensada la moto.

Como siempre estoy testeando motos, uso un scooter para moverme en la ciudad.

En 1959 gané un gran premio especial en homenaje a Ferruccio Gilera –el hijo de Giuseppe, el dueño de la empresa, que había muerto un poco antes en Argentina– y me gané una Gilera 150, igual a la que ya tenía. Así que en su lugar me dieron otra 500 Saturno, que era la que usaba para correr. Al año siguiente con esa moto gané el campeonato argentino y sudamericano en la categoría 500.

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