¿Qué es? Finalmente, el esperado SUV tamaño completo (por no decir gigante) del creador de los legendarios Miura y Countach. 

Target: Hacer mucho dinero para la marca, con el tipo de producto que el mercado está demandando. 

¿Qué hay de nuevo? Si bien no es el primer  SUV de la marca (entre 1986 y 1993 fabricó el LM002, una especie de pickup mutante con un corazón V12), es el primero de la era moderna de la marca. Se trata de un todoterreno enorme de 5,11 m, impulsado por un V8 biturbo de 650 CV y que puede desconectar cuatro de sus cilindros para ahorrar combustible. Acelera de 0 a 100 km/h en 3,6 segundos, a 200 km/h en 12,8 segundos y la máxima es de 305 km/h. La tracción es integral de distribución inteligente y cuenta con diferencial autoblocante Torsen. La suspensión tiene fuelles neumáticos y permite modificar la altura según el uso. Y las ruedas traseras pueden girar en sentido similar u opuesto a las delanteras (según la velocidad) para mejorar la maniobrabilidad. 

Primera impresión: Decepcionante. No es ni lo suficientemente radical (algo que un Lambo debe ser), ni lo suficientemente icónico. Las proporciones lucen forzadas, y parece hecho por varios diseñadores que no se pusieron de acuerdo entre sí. No le hace ningún honor al legado del gran Marcello Gandini… pero se va a vender a lo loco.

¿Llegará a la Argentina? Por ahora, no.