¿Qué es? Simple: la (esperadísima) pickup del Wrangler.
Target: Seguir bombeando la altísima demanda de productos Jeep, que parece no tener techo en los EE.UU. Apunta a usuarios que la necesiten para trabajar pero –sobre todo– a los que quieran hacer gala de un espíritu rudo, libre y aventurero.
¿Qué hay de nuevo? El parabrisas se puede rebatir, y las puertas de aluminio se pueden desmontar. La caja puede medir hasta 1,5 m de largo y contar con toma de 115 V. El interior es una mezcla de comandos y diseño retro, con pantallas de última generación. El motor es un V6 3.6 l de 289 CV y 353 Nm; caja manual o automática. Tiene dos sistemas de doble tracción y la versión Rubicon con suspensiones más extremas (incluso barra estabilizadora desconectable).
Primera impresión: ¡100% deseable! Al igual que el Wrangler, esta versión pickup encarna la autenticidad de un verdadero vehículo utilitario todo-terreno. ¿Nostalgia? Tal vez, pero de la buena.
¿Llegará a la Argentina? Poco probable por el momento.