India

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La pizarra indica un 4-4-1-1, algo flexible, para una selección muy humilde, joven, que sabe que sale a la cancha a aguantar el partido y firmar el empate.

CANDIDATAZO. Pese a haber sido primero colonia y luego estado asociado a Gran Bretaña, pocos son los vestigios que quedaron deporte más hermoso en la misteriosa India. Y poca es la tradición automovilística que tiene este país, a pesar de ser actualmente el 5to productor en el mundo. Por eso la pizarra que descansa en el atril del vestuario indica un 4-4-1-1, algo flexible, para una selección muy humilde, joven, que sabe que sale a la cancha a aguantar el partido y que firma el empate. “El puntito inteligente” dirían algunos.

Ese esquema encuentra sus bases más férreas en el cancerbero y en la defensa, vitales para mantener el arco en cero. Bajo los tres palos la Ford Endeavour aporta presencia y sobre todo la experiencia para ordenar y ser la voz de mando.

La línea de 4 es bastante heterogénea, pero lo que no se negocia es la dupla central. En “la cueva” esperan, con el cuchillo entre los dientes la Hyundai Tucson y la Mahindra Bolero Pick Up. Esta última será el primer bastión defensivo dado su oficio, su rusticidad y aguante. La Tucson se pone la camiseta de líbero por su elegancia y su capacidad de resolver en situaciones y terrenos complicados: si la Mahindra falla, la Hyundai acudirá a auxiliar al utilitario. India necesitaba una renovación importante de plantel y por eso la convocatoria incluyó algunas sorpresas. El Renault Kwid se ganó el puesto de 3: sangre joven y diseño moderno para vender más camisetas (los sueldos no se pagan solos). Por derecha, un histórico: el Mahindra “Tractor” Thar, el ídolo de siempre nacido en norteamérica que se nacionalizó. Impasable y con esporádicas trepadas pegadas a la línea de cal para dar una mano en el medio cuando el DT pide 5 volantes. Capitán y referente.

En el medio apostamos a un doble cinco mixto, con el Hyundai Creta (la misma que juega en la liga Argentina) y la Toyota Innova. La Creta le ganó el puesto a un histórico, el pequeño Tata Nano, que ya daba muchas ventajas en la marca. La Innova aporta polivalencia, robustez, tripa y corazón. Cuando el aire y la agilidad escasean, distribuye a la Creta que siempre va a tener 1 o 2 segundos más de claridad. Los 4 jugadores que quedan son los más multifacéticos porque de ellos depende pasar a una formación diamante con un solo 5 y un 10 que tenga la pelota cuando las cosas queman, jugar con dos puntas o tirar uno atrás para sumar otro falso volante para garantizar la tenencia. La camiseta más codiciada la tiene el Ford EcoSport. El 10 del team hace todo: juega, marca, distribuye, ordena y corre. Se mantiene estoico frente al paso de los años. Por derecha siempre le pasa el Etios, que entrena de sol a sol -naciente- y está en constante mejora. Por izquierda, ya como delantero, el Suzuki-Maruti Swif, un zurdo ligerito y muy ágil, que cuando está inspirado resuelve en una baldosa. Y de 9 se ubica él. El yerno ideal, el que nunca te deja a pata y al que le tiras un calefón y te lo devuelve redondo. Hablamos del Corolla, que no es un delantero natural, pero que ya ha demostrado que puede jugar de cualquier cosa. Aquí aporta confiabilidad y experiencia para resolver.

India sabe que no le sobra nada. A fuerza de corazón y pases cortos saldrá a, por lo menos, mantener el cero en su arco. / RR

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