China

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PLAN QUINQUENAL. Aún sin mística ni tradición, China es por lejos el mayor mercado mundial. Por eso, para los equipos grandes, tener una franquicia acá es casi vital para su supervivencia. Y como para jugar en China hay que estar nacionalizado, la lista de jugadores de primer nivel disponibles es enorme. Alemanes, americanos, japoneses, franceses… Pero esa no es la idea de este equipo. Esto es un proyecto a largo plazo y la bajada de línea del Partido (Comunista) fue clara: foguear jugadores nativos, mostrarlos al mundo, y de paso ganar experiencia y empezar a definir una idea de juego para dar el batacazo en 5 o 10 años (acá les gusta pensar en términos de “Plan Quinquenal”). Por suerte logré negociar 3 Guó wài (como les dicen a los extranjeros) para incluir en el 11 titular. El problema es que la lista de nativos es tan larga que es casi imposible conocerlos. La mayoría son jugadores que no saldrían indemnes al primer choque, e incluso hay muchos facinerosos imitadores. La estrategia entonces fue combinar algunos que ya estén jugando afuera (por el roce internacional) con otros muy populares localmente (para quedar bien con los muchachos del PC). Y por supuesto, recurrir a un esquema bien defensivo, porque comerse una goleada implica que caiga la cabeza del entrenador. Literalmente.

Así que aquí vamos con un 4-4-1-1 totalmente orientado a destruir el juego rival y apostar a la contra y el pelotazo. Al arco va la Great Wall Wingle 5. No es el mejor arquero del mundo pero tiene oficio. El patrón de la defensa es el Lavidia. Jugar de 2 no es su función natural, pero necesitaba a alguien con experiencia para ordenar el fondo. Está al final de su carrera, sí, pero tiene mucho rodaje en China y es respetado por sus compañeros. A su lado el Wuling Hongguang, un multipropósito tosco, pero grandote y muy popular. Por los laterales, el Haval H6 y el Chery Tiggo 5, ambos jugadores experimentados en ligas competitivas.

En el medio, justo adelante del Lavidia, otro experimentado en tierras chinas: el Buick Excelle. La idea es tenerlos cerca para hacer control de balón, cuando se pueda. Un poquito más adelante, con una función más creativa, el Emgrand X7 Sport, que parece un jugador europeo. Tirado a la izquierda (ay) el Landwind X7, que se peina y se viste igual que el Evoque pero es, literalmente, de lata. Fue una imposición de arriba… Por la otra banda, el Audi A6L, el exquisito del equipo. No le exijo mucho en defensa, pero si está inspirado puede hacer la diferencia por su calidad.
Delante de la línea de 4, bien suelto, el Lynk&Co 01, un jugador moderno, de nivel global (tiene genes suecos). Es de la nueva generación, de esos que combinan una alimentación balanceada (híbrida en este caso), que le da una capacidad atlética envidiable. Y arriba, como única punta, el Nio EP9. Es otro modernito, pero este es 100% vegetariano y supuestamente uno de los delanteros más potentes y rápidos del mundo. Mi sospecha es que es puro humo y se va a romper al segundo pique, pero fue otra “recomendación” desde arriba.

Reconozco que el armado de este equipo fue más político que futbolístico. Pero es el Año del Perro y todo puede pasar./RT

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