Canadá

Canadá

EL TAPADO. Si uno piensa en Canadá, seguramente no se le vengan a la mente ni el fútbol, ni los autos. Pero este país fabrica, sorprendentemente, muchos modelos que juegan en la competitiva liga estadounidense. Y debo reconocer que quedé fascinado por la ficha técnica de muchos de los jugadores que finalmente quedaron en el once mundialista.

El esquema táctico es un 4-3-1-2 que mezcla experiencia, potencia, lujo, velocidad y mucha movilidad.

El arco quedó para el Chrysler 300. Por su gran tamaño es una garantía para intimidar a delanteros rivales, y su potencia lo define como un arquero volador que puede llegar de palo a palo sin inconvenientes. La línea del fondo es más bien clásica. El primer central es el Grand Caravan, un jugador grande, tal vez un poco pesado, pero que aguanta todo lo que le tiren. El segundo marcador central es un caudillo, con el que no se jode. Se trata del Chevrolet Impala. A pesar de que muchos ya lo quieren jubilar, es de los que cuatro gritos pone a todos en su lugar y con un gesto levanta a la tribuna para que aliente en momentos complicados. El que te dice cuántos pares son tres botines. Además, fuera de la cancha es la brújula moral del equipo. Es ese jugador familiero, responsable en las declaraciones, buen consejero de sus compañeros.

Como laterales elegí dos perfiles parecidos. La idea es que, al ser dos jugadores multipropósito, puedan lanzarse al ataque para sumar volumen de juego por las puntas. Son fuertes, de buen tamaño y con personalidad como para resolver situaciones adversas. Se trata del Toyota RAV4 y del Lincoln MKX.

El medio tiene un volante especial. Es el Lexus RX 460 h Hybrid, que tiene un don natural para ahorrar energía. Es de esos jugadores que nunca pedirían un cambio. Más lujoso que recuperador, no sería una locura compararlo con aquel Fernando Redondo que deslumbraba con sus gambetas largas y su visión de juego. Abiertos, pero no tanto (para darle paso a los laterales), van el Honda Civic y el Lexus RV 350. El primero es un jugador que da mucha confianza y tiene capacidad para crear juego. El otro es habilidoso, poco ortodoxo a veces, pero preparado para relevar en la marca y para ir al ataque.

Ya en la delantera, se ve todo el potencial de este equipo. Suelto, libre y sin una posición fija está el Ford GT, con el 10 en la espalda. Un fuera de serie por su velocidad y habilidad, que es candidato al botín de oro. La carta de gol del equipo la firman dos delanteros que no comparten ninguna similitud. Por la punta está el Honda CR-V, bien conocido en la Argentina. Es un jugador versátil que puede moverse como extremo o en el área. Es laburador, y tiene buen físico para ir al roce y aguantar así a los defensores rivales. Y de 9, el Dodge Challenger. Es el más carismático, el fachero del equipo. Puro músculo, acostumbrado a ir al choque una y otra vez contra los centrales adversarios sin sufrir las consecuencias del desgaste, gracias a su potencia y a su aguerrido carácter. Y si le dejan un par de metros libres, se convierte en un revienta redes. Si a alguien le viene a la mente el Bati, no se equivoca para nada.

Así, casi en silencio, Canadá es el equipo del tercer copón que ningún candidato quiere tener en su grupo./ME.

COMENTARIOS