¿Qué es? Un SUV completamente nuevo de siete plazas que se ubica por debajo del gigantesco Escalade en el lineup de Cadillac.

Target: Ampliar la gama con un vehículo más «racional» que el Escalade y no perderle pisada al Lincoln Aviator, que será su archirrival junto con los SUV grandes de las marcas alemanas y japonesas premium.

¿Qué hay de nuevo? No tiene antecesor, así que todo es brand new. La conectividad es un punto a destacar, con un infotainment de última generación, seis puertos USB y Wifi. El motor es un 3.6 V6 atmosférico, pero que puede desconectar dos cilindros para mejorar el consumo. La caja tiene nueve relaciones. Y en cuanto a seguridad cuenta con materiales Premium ultra resistentes y siete airbags, entre otros.

Primera impresión: Un vehículo necesario (para Cadillac), pero totalmente falto de carácter. Pareciera que los diseñadores tomaron lo más lindo del mercado (la Volvo XC90) y le agregaron una parrilla símil Cadillac. Un claro síntoma de que la marca premium de GM está con problemas de identidad.

¿Llegará a la Argentina? No.