¿Qué es? La interpretación de Audi de un “SUV-acupesado-deportivo-de-gran-tamaño” que llega con bastante retraso respecto de sus rivales.

Target: Ocupar un espacio en una liga donde ya juegan el BMW X6 (el precursor), el Mercedes GLE Coupé y el Maserati Levante, entre otros.

¿Qué hay de nuevo? A pesar de derivar del Q7, este modelo posee unas proporciones diferentes, ventanillas sin marcos y un interior con variaciones. Está pensado para llevar solo a cuatro personas, pero con un nivel de comodidad supremo. Tiene un sistema eléctrico de 48 V que permite una hibridación ligera. El motor es un TDI de 3,0 l y 286 CV, caja de ocho marchas, tracción Quattro y opcionalmente dirección en las cuatro ruegas, algo que ayuda a la maniobrabilidad de este bote de 4,99 m de largo y 2,0 m de ancho.

Primera impresión: Es de lo mejorcito que ha dado Audi en los últimos tiempos, sobre todo comparado con el Q7. La parrilla es un poco exagerada, pero el resto del auto luce muy bien (para lo que se espera en ese particular segmento). El interior es excelso y tiene toda (pero toda) la tecnología encima.

¿Llegará a la Argentina? Sí.