¿Qué es? Una especie de “coupé de cuatro puertas” cruzada con un crossover (duplica crossover). Según Audi, una plataforma de demostración estilística y tecnológica, pensando en su próxima gama de vehículos eléctricos.

¿Qué hay de nuevo? Bastante. Para empezar, el formato, que es bastante particular: una especie de A7 Sportback sobreelevado. Esto se debe a que el auto es eléctrico y aloja las baterías en el piso, lo que hace que toda la carrocería se eleve. Luego, la tecnología: una nueva generación de luces OLED, con 250 diodos que pueden programarse para generar distintos tipos de patrones lumínicos; la nueva plataforma modular para propulsión eléctrica (que comparte con sus “primos conceptuales” Škoda Vision E y VW I.D. Crozz), y unos motores eléctricos de alta eficiencia que desarrollan 503 CV y permiten una autonomía de –en teoría– 500 km. Por último, el estilo. Sigue tan “enojado” en su expresión como todos los últimos Audi, pero ahora también suma líneas y pliegues de chapa muy marcados y “filosos” en la parte baja del lateral, que contrastan con el resto de las superficies más tradicionalmente limpias de Audi. La parrilla retoma el tema hexagonal “single frame” pero ya no sirve para aspirar aire, que entra por los costados para refrigerar los motores eléctricos. A pesar de su tamaño, por dentro ofrece solo cuatro butacas, eso sí, a todo trapo. La plancha de abordo, que incluye tres pantallas, es todo lo futurista que tiene que ser.

¿Qué tal está? Interesante. Se nota un enorme trabajo para mantener al vehículo relativamente estilizado en sus proporciones, a pesar de que la arquitectura de batería en el piso lo “tira para arriba”. También hay un logrado trabajo aerodinámico, que contribuye a que el alcance del vehículo aumente por la menor resistencia al aire. El interior está buenísimo, muy limpio, preciso y transmite una calidad a la altura de la marca. ¿El diseño exterior?  Bueno, es discutible. Tiene una postura robusta y muy musculosa, más cercana a lo que se espera de un SUV que a la elegancia que requiere un “gran turismo”, como Audi denomina a este concept. La mejor vista sin dudas es la trasera, con una suave caída de techo que se remata bellamente en una tira de luces que ocupa todo el ancho de la cola. El tamaño de las ruedas es exagerado, y se va a notar si el vehículo pasa a producción, ya que unas llantas “normales” van a alterar todas las proporciones. El interior es de ensueño.

¿Pasará a producción?  Sí, aproximadamente para fin de la década, con los ajustes del caso para una producción industrial.