¿Qué es? Un gigantesco sedán 2+2 que oficia de estudio de diseño, demostrador de tecnología y concepto de movilidad para los futuros Audi. Totalmente eléctrico y completamente autónomo, al punto que no tiene volante ni pedales para comandar el vehículo.

¿Qué hay de nuevo? Para empezar –se repite– no tiene ni volante ni pedales, lo cual cambia absolutamente la manera en la que está concebido como automóvil. Se nota que está pensado desde adentro hacia afuera. El interior es una especie de gran living muy despejado (y despojado) en el que todo el confort está enfocado en los dos asientos delanteros, mientras que solo posee un modesto banco en la parte trasera (parece ser una manera en la que “se concentra” el lujo). Con las ruedas empujadas a los extremos para maximizar el espacio interior, las proporciones exteriores del auto son prácticamente las de un monovolumen (muy estilizado, eso sí), lo que rompe con la idea del tradicional sedán de lujo, algo que ya habíamos visto en el Mercedes F015 dos años y medio atrás. Pero a diferencia de su compatriota futurista, el Aicon utiliza un estilo más esculpido (menos “huevito”) y denota una búsqueda para encontrar un lenguaje que siga siendo reconocible con los autos actuales. A nivel tecnológico promete todo tipo de conveniencias para los pasajeros y una autonomía de hasta 700 km por carga.

¿Qué tal está? Más allá de los gustos, es interesante, sobre todo por el hecho de que hay un riesgo tomado en empezar a probar formas que realmente se adapten a los nuevos paradigmas de movilidad. Luce bastante futurista y parece que poco a poco Audi le va encontrando la vuelta a un lenguaje de diseño para sus futuros autos eléctricos. El auto realmente sorprende en vivo por su tamaño, ya que en fotos parece más pequeño. Hay que decir que este equilibrio de proporciones solo puede lograrse con unas ruedas gigantescas (¡26 pulgadas!), casi imposibles de implementar en una producción seriada.

¿Pasará a producción?  No, faltan al menos dos o tres concepts de este formato hasta dar con una versión “producible”.