CUERPO TÉCNICO
ALEJANDRO CORTINA
MARTÍN ECHAIDE
FACUNDO GARCÍA
REX RACER
RENATO TARDITTI

SILBANDO BAJITO. Por el lugar que ocupa en el concierto mundial de productores de autos, Argentina tal vez no debería haber clasificado entre las 16 selecciones de este Mundial. Pero por obvias razones no podía faltar. Y lo cierto es que hay una cantera de jugadores interesante, que no descolla en jerarquía, pero da como para armar un equipo bastante digno, en cuya conformación participamos nada menos que los cinco DTs. Aún sin un jugador que “haga la diferencia”, el consenso entre todos fue recurrir al ya legendario esquema táctico que patentó el Dr. Salvador Bilardo en 1986: el 3-5-3 que es garantía de orden, equibrio y consistencia.

Este es un equipo armado de atrás hacia adelante, porque es en la defensa donde están nuestros mejores exponentes. Al arco, la Mercedes Vito,que no genera dudas acerca de sus aptitudes para la función. La línea de 3 es de calidad mundial, y está encabezada por la Toyota Hilux, capitán y líder indiscutido del equipo. Es el Mascherano del equipo –por garra, despliegue, sacrificio, carisma- pero con el porte físico de un Gabriel Batistuta. Sus laderos tienen características similares en cuanto a altura, potencia y robustez: son la Ford Ranger y la VW Amarok. Estos tres pilares van a imponer respeto (cuando no miedo) a los delanteros rivales, sobre todo jugadas de pelota parada, cuando hay que ir al roce.

En el medio jugamos con un clásico doble 5, con otros dos jugadores muy polivalentes que se caracterizan por su entrega y su capacidad en la distribución del balón Kangoo y Suran. Por los laterales, y ya con una función más creativa, apostamos por una renovación. El Citroën C4 Lounge aporta aplomo y velocidad por la banda izquierda y el Fiat “Benjamín” Cronos no es el más rápido pero tiene juventud como para no cansarse con el ida y vuelta. Y si el partido requiere más experiencia, el 308 y el Focus estarán listos para aportar lo suyo viniendo desde el banco. La transición entre el mediocampo y el ataque la maneja el Chevrolet Cruze, con el 10 en la espalda. Otro jugador joven, con mucho despliegue y recursos para resolver jugadas.

Como media punta nos las arreglamos con un viejo conocido: el Renault Fluence GT, que a pesar de estar llegando al final de su carrera sigue siendo el jugador más rápido que dieron estas Pampas en los últimos años. Su función es aprovechar su velocidad para desbordar por las bandas y alimentar de centros a la referencia en el área, que no es otro que la Toyota SW4. Sí, usa vincha y botines de colores, pero debajo de toda esa chapa comparte los mismos genes que su hermana melliza, la Hilux. Así que tiene el físico y la actitud como para bancarse jugar de espaldas contra los centrales, y hasta se permite algunos lujos de tanto en tanto.

Así, bien de punto y silbando bajito, Argentina llega al mundial. Y con un sorteo favorable, quién dice que no bajemos a algún candidato. ¡Vamos Argentina!