Alemania

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FÚTBOL TOTAL. No hay dudas; dirigir la selección de autos alemana es el sueño de cualquier DT. Pero asimismo es una enorme responsabilidad, porque es la usina de jugadores más rica y completa del mundo y cualquier resultado que no sea levantar la copa es un fracaso. Pero con tantas estrellas, tanta calidad, tanta jerarquía, no alcanza con una actitud resultadista; hay que salir a ganar dando espectáculo, apostar a la belleza del juego. Enamorar. Y puede que esto no tenga que ver con la tradicional rigurosidad germana, pero desde que Guardiola pasó por el Bayern Munich, hay un espacio para darle un toque más lírico a la Mannschaft.

Los puntos de referencia son justamente el Barcelona del Pep o –mejor aún– la gloriosa Holanda del ‘70, que al mando de Rynus Mitchel patentó la idea de fútbol total. Un equipo corto, muy adelantado en el campo, mucho pressing y, fundamental, un sistema de relevos permanente, con defensores pasando constantemente al ataque y viceversa.

Yendo a los papeles, el esquema táctico es un 3-4-3 un poco engañoso, por la alta rotación y polivalencia de todos los jugadores. Y no hay mejor ejemplo, yendo a los convocados, que el VW Golf, la columna vertebral del equipo. Es un líbero al mejor estilo Lothar Matthaus, que puede jugar tanto como último hombre por detrás de la línea de los centrales, como de “10” repartidor de juego. Incluso como stopper, mordiendo las ruedas del 10 rival. El Golf puede hacer todo bien, por eso toda la franja central del terreno es suya, de medialuna a medialuna.

En el resto de las posiciones la elección fue dificilísima, porque hay 2 o más superestrellas para cada puesto. De atrás para adelante, el arco es del Porsche Cayenne, que se adapta perfecto al achique, por su velocidad y buen pie. Los centrales –Audi Q5 y BMW X6- son fuertes y con gran capacidad ofensiva, especialmente el X6, que adora pasar al ataque al mejor estilo Piqué. Los laterales son indiscutibles: Clase E y Serie 5 son dos jugadores de características similares, experimentados, con buen porte, gran capacidad atlética y velocidad para cubrir toda la banda y llegar hasta el fondo para tirar centros. Con el Golf cubriendo todo el carril central, no hay un 5 de recuperación clásico, así que pasamos a los volantes ofensivos: el Serie 3 (el jugador favorito de este DT), que puede hacer todo bien, incluso dar una mano en defensa. Es el Iniesta del equipo. Y el GLA porque, bueno, los crossovers están de moda y un “Beckham” siempre viene bien un equipo que quiere ganar hasta en las revistas del corazón (el inoxidable Passat espera en el banco por si hay que entrar a poner un poco de pierna fuerte). Un poco más adelantado, juega el BMW M4, mellizo del Serie 3, que es un “10” moderno, vertiginoso, sin problemas para pasar a jugar de 9. Arriba opté por el Audi R8, pero también podría haber sido el AMG GT, ya que ambos garantizan potencia, habilidad y refinamiento para jugar de punta. Y por supuesto leyenda del equipo, un animal del gol, con llegada, gambeta y desborde: el gran 911, que es también el encargado de los tiros libres y los penales. Y va por el Botín de Oro./RT

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