¿Qué es? La octava generación del icónico deportivo de dos asientos que…¡pasa de tener el clásico motor delantero a uno central!
Target: Mantener viva la llama del mito, apostando mucho más a la performance en la pista que a la tradición. Y a un costo mucho más accesible que sus rivales con motor central (desde «solo» U$S 60.000).
¿Qué hay de nuevo? La disposición del motor es el titular principal, y eso le permitió mejorar el manejo y la distribución de los pesos. Su V8 aspirado de 6,2 l y 495 CV lo hace bajar los 3 segundos para alcanzar los 100 km/h. La transmisión es automática de 8 velocidades. El interior es más amplio y cómodo, con un diseño futurista inspirado en la aeronáutica, y la suspensión regulable asegura el confort cuando se circula civilizadamente.
Primera impresión: ¡Controversial! Habrá quienes lo consideren un sacrilegio, y quienes den la bienvenida a la innovación. Con un cambio tan radical, va a tomar un tiempo «digerirlo». Por lo pronto, luce muy convincente como deportivo, pero parece más una Ferrari que un Corvette.
¿Llegará a la Argentina? No.