Al momento del test, la Creta GL Connect Automática cuesta $562.275 pesos, mientras que la manual se consigue por $535.500 pesos. No tiene otras versiones, solo se puede elegir la transmisión. La competencia es muy nutrida en este segmento, que incluye desde económicos modelos chinos como Lifan X60 y Chery Tiggo3 que rondan los $360.000 pesos hasta los más exclusivos que son la Honda HR-V, Jeep Renegade y Suzuki New Vitara, que van entre $600.000 y $800.000 pesos, siempre hablando de vehículos tope de gama. En el medio están Ford EcoSport, Renault Duster y Captur, Peugeot 2008, Kia Soul y Chevrolet Tracker. Por planteo y precio, los competidores naturales de la Creta son la Honda HR-V, Suzuki New Vitara y la Jeep Renegade, ya que sus versiones intermedias las ponen de igual a igual con el producto de Hyundai; incluso la Chevrolet Tracker full cuesta casi lo mismo que la Creta manual, viene mucho más equipada pero en habitabilidad y baúl gana esta última. Si nos focalizamos en el producto analizado, la conclusión rápida es que por el dinero que cuesta el equipamiento de confort, la motorización y el equipamiento de seguridad (el más cuestionable) están por debajo que muchas de sus rivales más baratas, por lo que no resultaría la opción más racional. Lo cierto es que como Creta es extrazona debe pagar un arancel del 35%, que la pone en desventaja respecto de la gran mayoría de sus rivales que son regionales y no lo pagan, por lo que corre con desventaja. Para defenderse ofrece un andar excepcional que denota una calidad constructiva superior al de sus rivales que la aventajan en equipamiento y seguridad, como así también un combo de habitabilidad en plazas traseras y baúl que supera a la mayoría de sus contendientes. En cuanto a la economía de combustible, el motor de 1,6 l tiene un consumo correcto, redondeando un promedio de 8 l/100 km. Esto hace que no se la pueda considerar ni gastadora ni económica. Respecto de la posventa, Hyundai tiene publicados los precios de servicio sugeridos en internet; un service de 10.000 km cuesta $4.200, uno de 30.000 km sale $5.700 y el de 60.000 km asciende a $6.900, valores que resultan coherentes con la media del segmento. Por último, cuando sea el momento de la reventa la Creta probablemente corra en desventaja contra otros vehículos de marcas más populares y reconocidas en nuestro mercado, haciendo que su valor se deteriore un poco más con el paso del tiempo.
Consejo: Si tenés un presupuesto un poco holgado y podés estirarte en pos de obtener una gran habitabilidad –especialmente en el sector trasero– y un baúl de buena capacidad, la Creta puede ser tu vehículo. Tiene un gran andar, pero por su precio el equipamiento de confort y seguridad resulta escaso. Los costos de mantenimiento están en la media, pero la reventa puede ser desafiante.